En Polonia, podemos comer muchos platos sabrosos, para el desayuno: pan integral, lentejas, leche, queso y jamon. Para el almuerzo: sopa de tomate, chuleta de cerdo y ensaladilla. Para la merienda: especie de natillas, gelatina de frutas y bebicla de fruta cocida. Para la cera: el bocadillo y te.
En Espana, podemos comer platos regionales: para el desayuno: bolleria, cacao, carne de membrillo, churros, leche, mantequilla, tostada y cafe. Para los entremeses y primeros platos: angulas, canelones, ensalada mixta, gambas al ajillo, champinones al ajillo, sopa de ajo y tortilla de patatas. Para los segundos platos: lenguada, merluza a la romana y esclopes de ternera.
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